La cita con ese cacharrito de botones


¿cuántas horas te puedes pasar. diarias, mirando la pantalla del móvil?

Hace poco tuve una cita y el chico se hizo más caso al teléfono que a mí, es más ¡fue a recoger uno nuevo a la tienda! No estoy celosa de las personas con las que habló, siquiera estoy celosa de un cacharrito de botones.

Pero ¿qué tiene de interesante que todo el mundo mira el suyo cada dos por tres?

Nos estamos haciendo dependientes de un maquinita que nos conecta al mundo, a nuestra gente,esto lo dice alguien que le cuenta sus cosas a un blog que nadie lee.

Hay que reconocer que es práctico, no sé hasta qué punto me hace caprichosa: quiero hablar con alguien y lo consigo en el acto.

Por suerte mi maravilloso terminal se apaga cada dos por tres, borra números de la agenda, una maravilla Sony Ericsson, jamás he tenido ningún problema pero hay que reconocer que con el modelo w910i se han lucido, qué castaña, nadie me habla bien de él y yo sé por mis propias experiencias que falla más que una escopeta de feria.

La parte positiva de todo esto es que ya no espero terminar una conversación sin que se apague, ni espero encontrar un teléfono por si lo ha borrado. Por lo que digo más en menos tiempo y también he empezado a memorizar números de teléfono, ¿a que es retro?

En fin, con todo y eso, es una batalla perdida, mi próxima cita será con otro tío y su móvil.Siempre podré mirar el mío y así tener una doble cita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario